¡He estado viviendo en las nubes! El jueves asistí al acto de adjudicación de plazas, y si, ahora si, tengo un nuevo trabajo en una escuela a quince minutos de casa, y dejo atrás el mundo hostil de justicia, que tanto me ha hecho crecer en lo personal y como en lo profesional. Muchas gracias a las chicas que me apoyaron en ese momento, me ayudaron a superar muchos nervios y más de un susto. Aquí no sé ve, pero sigo brincando igual de alegría que cuando salí el jueves del INEFC. Y seguí en las nubes, porqué el viernes vino la fiesta de Navidad del gimnasio, con el corazón apunto de explotar, porqué lo anterior seguramente no hubiera sido posible sin Pr1me y el trabajo y todo el cariño de Santi -¡Joder, no me cansaré de decirte que te quiero, porqué me has cambiado la vida!. Y me pegué mi discurso de Navidad. Se trataba de contar una anécdota, dónde podría haber contado todas las lloreras que me he pegado en casa después de cada clase de BodyFlow, pero con la paciencia de Santi, su amor, el hacerme creer en mi y en el «yo puedo», no tiré la toalla y amo esta clase, igual que el resto de clases. Pero quise y quiero agradecer de nuevo lo mucho que los quiero por todo, aún y mis nervios, incluida la salida de Santi de cogerme en volandas, donde perdí la noción de todo y me acuerdo de poco, aunque doy gracias por decir al mundo lo mucho que amo a Helga y todo el mal camino por el que me ha llevado. Chicos, muchas gracias, os lo dije, pero quiero que quede aquí con todo mi amor!
temps de cireres 